Aritzaleku

Rodeada de robles y con un silencio acosador estoy aquí, respirando aire fresco que llena mis pulmones y recorre mi cuerpo, agolpandose una paz interior única y dejandome escapar de la torpeza de los días que me persiguen desde hace un tiempo.
Los grillos resuenan en mis entrañas y tu silencio me causa tal desconcierto...No se si lo que buscas es que me acerque a ti o pretendes repelerme, si ansías mis besos o los evitas con certeza, si desesperas por mis caricias o las rehuyes sin ninguna contemplación, si sientes mis palabras o dejas que el viento las arrastre a un lugar lejano.
Puedo ser luz y oscuridad, lágrimas de alegria y sonrisas apagadas, puedo ser frío y calor. Inclusio una tormenta gris que contagia con su tristeza, y no deja salir al sol pero tampoco llueve. Puedo ser un volcán en erupción o el iceberg mas duro e impenetrable que exista sobre la faz de la tierra.
Pero esta noche solo soy melancolía, lágrimas al borde del derrumbe y angustia por no estar aqui contigo. Me siento sola y sin rumbo, necesito sentirte.
Me gustaría tanto abrazarte en el centro del robledal...
Y notar como tus suspiros cortan el aire, y acaricias mi pelo. Estar abrazada a tu pecho desnudo...Y que esta noche sería de los dos, tuya y mía, y que el resto del mundo quedase paralizado aunque tan solo fuera un segundo...los suficientes para demostrarte que te amo, y que juntos podremos luchar contra el viento y la marea.
Dejame amarte...

Te odio

Haría que derramases lágrimas de sangre por no poder alcanzar mis labios, haría trizas tu corazón diciéndote que te odio, que lo peor que me ha sucedido en la vida ha sido conocerte. Te partiría el alma en dos, sin dejarte vivir, lanzándote enfurecidas miradas que te produzcan escalofríos. Descuartizaría el mas mínimo sentimiento que puedo haber entre tu cuerpo y el mio.
Lanzaría desgarradores gritos que harían retumbar tus tímpanos y no te dejasen dormir, y si pudiese volverme invisible, posaría mis heladas manos sobre tu cuerpo y te asfixiaría lentamente, contando cada segundo que se te resiste el aire.
Quisiera ver como te retuerces de dolor, encorvado sobre ti mismo cuando me veas abrazando a otro. Quisiera verte pidiendo a gritos entre sollozo y sollozo que te quiera con locura, verte arañar el aire porque no puedes tenerme entre tus brazos. Atravesaría tu corazón con puñales de acero, para que las cicatrices te hagan recordarme con amargura.
Te odio desesperadamente, tan desesperadamente como te quiero, y deseo tenerte para siempre pegado a mi piel. Te odio porque no se ya que hacer para que me quieras, y te quiero porque ya no se que hacer para que me odies.

Cinco años sin ti...

Cerrando los ojos a la realidad e intentando creer que continuas a mi lado y que jamás dejarás de hacerlo. Todo iba bien aparentemente, lo que nadie sabía es que ella te estaba persiguiendo, y cuando te echó su manto negro por encima, miles de ilusiones se fueron apagando, a la vez que llegaban miles de lágrimas, dolor y una rabia incontrolada que nos crecía lentamente a todos por dentro. Nos has abandonado.
Tu eras aquel chico inquieto, con una mirada brillante que siempre estaba alegre, y cada vez que te acercabas a alguien de mirada vacía, al cabo de estar un rato hablando contigo, su mirada desprendía felicidad. Todo lo que hacías era para el bien de tu gente, igual hasta te preocupabas demasiado por los demás. Pero ella te perseguía, eras su presa y no podías hacer nada por esquivarla; tuvo mas fuerza que tu y no pudiste luchar contra ella.
El día menos pensado te apareció a la hora y en el lugar menos indicado y con un hachazo invisible acabó contigo, sin dar ninguna explicación y de forma rápida y limpia. Lo que ella no sabía es que iba a dejar a mucha gente hundida, sin ganas de vivir y con el alma ahogada en lágrimas. Te has marchado y ahora me arrepiento de no haber estado mas tiempo a tu lado, de no haberte dicho nunca todo lo que te apreciaba y de no haberte demostrado todo el cariño que tenía guardado y que ahora que ya no estás ha salido a flote.
Pero ya no puedo demostrate nada, es tarde.
Solo decirte que estés donde estés, aquí estaré yo; recordándote como un gran amigo, una gran persona y como aquel niño de mirada reluciente que no tuvo tiempo de vivir.
Te guardo en mi corazón.

Noche de San Juan

Hoy es la noche mas corta del año, donde todas las estrellas son capaces de confabularse para que todos tus deseos se hagan realidad.
Solo tienes que desearlo con mucha fuerza, pedir tu deseo y lanzarlo al fuego...es una noche mágica, una noche que me produce escalofrios.
Hace tan solo un año mi cuerpo vibraba al son de los tambores, y tu mirada relucía mas que nunca mientras me mirabas. Bailaba para tí. Todo el mundo era ajeno al calor que desprendian nuestros cuerpos y a la fogosidad que creabamos escondiéndonos de las miradas cautivas.
Esa noche, cuando la gente abandonaba el lugar, decidi alejarme un poco...y notaba como me seguias, en silencio, creyendo que ibas a sorprenderme. Pero los dos sabíamos desde hacía horas como iba a acabar la noche. Me hiciste tuya, te hice mío. Fuimos uno solo. Mi cuerpo temblaba bajo la protección de tu abrazo, y la luna alumbraba nuestros cuerpos desnudos...
Bailando, bailando, bailando....

Amarga soledad

Ahí estas, oscura, acechando a la vuelta de la esquina.
Ahí estas, escondiéndote detrás de cada árbol, de cada casa, de cada farola. Me miras con ojos tristes: se que quieres acercarte a mí, pero yo deseo con todas mis fuerzas tenerte alejada, que jamás me roces un solo centímetro de mi piel.
Ultimamente te veo en todos los lugares por donde paso, y se que esperas el mas mínimo descuido para adueñarte de mí, entrándome lentamente por todos los huesos de mi cuerpo, esperando el momento ideal para entrar en mi corazón y poder manifestarte en forma de lágrimas. Te temo mas que a nada, angustiosa soledad.
A veces me imagino en una habitación oscura, una habitación sin puerta, sin ventanas. Esa habitación es fria, no se oye ruido alguno. Todo es silencio. El unico ruido que puede oir, son mis amargos sollozos que erizan la piel a cualquiera que tenga el valor de escucharlos.
Espero que te pierdas en algún lugar, que nunca consigas poseerme enteramente, que te alejes disimuladamente y yo pueda ver como lo haces.
Malvada soledad que tanto puedes llegar a hacerme sufrir, persiguiendome como si yo fuera tu única presa, el unico objetivo que te propones alcanzar. Aléjate de mí, déjame libre de todo pensamiento oscuro, triste: cualquier amargo pensamiento que pueda desgarrar mi corazón.
Quiero verte lejos. Muy lejos...

Solo para ti

Se que solo escribo estas lineas para desahogarme, porque no encuentro otra manera de hacerlo. Se que escribir no me sirve esta vez de mucho, porque aunque derrame sobre este lugar todos mis sentimientos, estos nunca te llegarán a tí.
También se que estás alojado en mi corazón aunque muchas veces intente negarlo.
Se que estar a tu lado me hace sufrir, porque lo siento muy dentro. Pero esque no te puedes ni imaginar como me duele que estés ocupando mi corazón sin ni siquiera haberme pedido permiso.
Deseo con locura verte en cualquier lugar, y arrancarte la ropa y notar como tu cuerpo y el mío se funden al compás del vuelo nocturno. Y me encanta cuando tus ojos se cruzan con los mios que desean soltar un riachuelo de lágrimas.

Celos

Siento celos de la madrugada, que se esconde bajo un manto de estrellas para verte amaneces. Te despiertas con esa ternura con la que recibes el nuevo día, observando como el sol se eleva en el horizonte. Siento celos del amanecer porque es lo primero que miras al despertarte.
Para desperjarte te refrescas con una ducha. Siento celos del agua porque acaricia tu piel y puede recorrer tu cuerpo desnudo.
Siento celos del todos los árboles entre los que caminas, y te miran de reojo al pasar. Siento celos del aire porque alborota tu pelo sin que puedas verle.
Llegas al trabajo, y te pones a escribir, y siento celos del bolígrafo por no poder ser yo quien se encuentre entre tu dedos y que me balancees con dulzura, creando trazos firmes. Siento celos de las paredes que te rodean, que te acompañan durante todo el día y pueden observarte a su antojo. Yo tengo que limitarme a mirarte disimuladamente cada vez que estoy contigo.
Siento celos del suelo por el que caminas, de aquella mosca que revolotea alrededor tuya y baila al ritmo de tus palabras.
Llega la noche y siento...siento mas celos y rabia que nunca por no poder yacer a tu lado. Miro al cielo, y veo como la luna te sonrie. Alrededor suya, las estrellas parpadean e intentan seducirte, y tu te dejas seducir por ella. Hasta ellas mismas sienten celos de la luna porque su brillo les gana en belleza.
Siento celos...

Marioneta

Estoy esperándote, subida en el escenario. Reposo moribunda y desalentada. Desde hace meses espero tu arrepentimiento y tus perdones, tus ojos encharcados y tus palabras suplicando mi perdón, y que me obliguen a tener que perdonarte. Convénceme con tu mirada.
Pero aún descanso tendida en la vieja tarima. El polvo se acumula en mis ropajes, se cuela entre mis cabellos, salpica mi piel.
Necesito de tu aliento, de tus susurros, que tus suspiros agiten el aire y que barran todo el polvo que ahoga mi cuerpo.
Necesito sentirte, y que por fin, después de esta larga espera, me manejes. Soy tu marioneta, y tus manos mueven los hilos que me devuelven la vida.Esos mismos hilos que hacen que mi cuerpo no se oxide y el corazón siga latiéndome.
Te dejo manejar mi vida. Hace ya tiempo te regale las riendas que conducen mi cuerpo, mi destino está en tus manos.
Pero me has dejado tirada en un escenario ya vacío, sobre el que mi cuerpo resbala. Ya no oigo los aplausos y gritos alentadores que oía cuando estaba a tu lado. Nunca mas te sentiré. Pero recordaré tus labios, ese manjar que me colmaba de ternura y nunca mas podré volver a saborear.
Abandonada por el hombre que amo, por el hombre al que le confié mi alma y le brindaba cada día con la mas sincera de mis sonrisas.
Oigo en la lejanía unos crujidos de pisadas que se acercan. Me estremezco.
Te veo.
Te acercas.
Te miro.
Sin mirarme, me empujas hacia el rincón mas oscuro.
Te incorporas...
Te alejas …

Sed de pasión

La pasión se desprendía de nuestros cuerpos. Nuestras miradas nos delataban.
Todo era un juego… hasta que llegó el día en el que ese juego se convirtió en un auténtico remolino de pasión, donde mi cuerpo buscaba ansiosamente el tuyo en el silencio de la noche.
Yo era tuya, tú eras mío, y las garras pasionales de la oscuridad nos protegían de miradas cautivas.
Te acercabas a mí, tu mirada desprendía sed de pasión. Agarraste mi cuerpo y lo apretaste contra el tuyo con firmeza… éramos como dos carámbanos de hielo a punto de derretirse.
Ahora, ya no estás a mi lado. Y siento miedo, porque aún te quiero.
A mi vida le falta el sonido de tu risa, le falta tu olor, tus movimientos. No me basta con saber que volveré a tenerte, porque se que te volverás a marchar. Y volveré a quedarme sola.
Quiero tropezarme con tu cuerpo, despertarme bajo tu mirada, que tus brazos me abracen… y besar tus labios, no otros labios que me recuerden tus besos.
Quiero volver a sentir tus dedos enredándose entre mi pelo, sentir tu aliento en mi nuca….

Y otra vez mas...

Nuestros momentos. Nuestro primer encuentro, la madrugada del 5 al 6 de junio de hace dos años. Nuestro último encuentro, la madrugada del 29 al 30 de diciembre de este pasado año. Entre el primer encuentro y el último, hicimos 572 días, 13728 horas, 823680 minutos y 49420800 segundos nuestros, en los que nos odiamos, nos deseamos, nos ignoramos, nos besamos, nos observamos, nos conocimos, nos excitamos, nos insultamos, nos abrazamos, nos pegamos, nos amamos, nos probamos, nos acariciamos, nos miramos, nos olimos, nos tocamos, nos oímos y nos gustamos.
Hoy es 11 de junio, y solo han pasado 5 días de nuestro supuesto segundo aniversario, y dentro de unos minutos, he quedado contigo.
Hace unos meses arrancaste el calor de mi corazón y dejaste paso a un gélido y tormentoso vacío, que me prohibía rozarte hasta el mas mínimo suspiro. Todas esas miradas, esos gestos, esas caricias que me regalabas huyeron por temor a tus reproches, por temor a tus lamentos, por temor a tu rechazo. Nuestro último encuentro, cargado de falsas esperanzas que luchaban por conquistar mi corazón. Tu mirada, tu olor, tus besos mas cariñosos que nunca, se esfumaron al amanecer.
Ahora se que vas a querer mimarme, besarme y abrazarme, despues de casi medio año que llevas sin hacerlo. Dentro de una hora apenas, tendre que luchar contra viento y marea para catapultar tus palabras y luchar contra ellas antes de que acampen de nuevo en mi corazón.
El problema es que yo aún te quiero, y no estoy preparada para tus profundas caricias y besos que se congelan cuando sale el sol...

Cosas que me encantan...

Me encanta despertarme sin tener que ir a clase, sin tener nada que hacer, solo estirarme todo los posible y mover los dedos de los pies y de las manos a la vez que lanzo un gran bostezo al aire.
Me encanta desayunar un buen tazón de nesquik con un par de madalenas untadas, y beberme todo el cacao de un sorbo, sin respirar para coger aire.
Me encanta recoger un poco mi escritorio, leer lo primero que pille a mano (ya sea el periódico o el libro que me este leyendo, me vale hasta la lista de la compra), y encender el ordenador, y como no, leer mi correo.
Me encanta salir a pasear antes de comer, sentarme en un banco a tomar un poco el sol con una buena amiga y una buena conversación, aunque en esos momentos con el silencio me conformo.
Me encanta comer, un buen plato de espaguettis de la ama y unas pechugas con patatas fritas, y ya si se tercia, cuando empieza a bajar la comida comer un poco de chocolate, o fresas o melón, mis frutas prefieridas.
Me encanta tumbarme en el sofa tapada con la manta, siempre despues de comer me entra frio, ver cualquier tonteria que pongan en la tele y si se puede, echar una cabezadita.
A la tarde me encanta estar con mi amigos, como no, a la orilla del río, o en cualquier lugar que se aleje un poco del ruido urbano. Hablar de todo, aunque muchas veces sean de gilipolleces, y oir como mis grandes artistas tocan la guitarra o los djembes, como hacen malabares y como se ponen fumaos y no hacen mas que decir tonterias.
Me encanta cenar con los colegas cuando llega la noche, en una bajera, sin prisas, y que se nos hagan las tantas echando unas cervezas y jugando unas partidas de mus.
Me encanta llegar a la cama, cansada, para poder descansar.
Lo unico que falla es que duermo sola.

Soledad

Hay veces, que cuantas mas personas alrededor tienes, mas sola te sientes.
Me considero una chica afortunada: tengo una familia maravillosa y enorme, un monton de amigos (aunque los buenos escasean siempre), incluso un chico que me vuelve loca... el problema llega cuando me doy cuenta de que comparto con él la cama, pero no podre alcanzar jamás su corazón...

Siempre he odiado las aglomeraciones de gente... igual soy un poco rara, pero me agobian las prisas, los gritos, el ruido extremo... siempre he creido que es mejor disfrutar la noche del sabado tomando unas birras a la orilla del rio con los amigos, una gran fogata y unas guitarras. Prefiero eso, me encanta. En realidad nunca me ha gustado salir de marcha por bares y discotecas.

Eso es lo que a veces me hace sentirme aislada... esa perdida de contacto con la realidad, en la que a veces me sumergo en un mundo en el que me siento un bicho raro, cuando veo que a todos mis amigos les apetece emborracharse hasta quedarse inconscientes, y ami tan solo me apetece tumbarme en la hierba a mirar las estrellas.

A veces me angustia sentir esa soledad, aunque esté rodeada de gente...

Paso a paso...

La verdad, es extraño que me haga un blog...Nunca lo habia pensado, pero he creido que seria una buena forma de afrontar mis miedos e inseguridades...Quizas algo cobarde, pues es un lugar anónimo donde puedo contar mi vida sin miedo a ser descubierta...
Nadie conocera la existencia de este sitio, solo yo y la sombra de la luna.

No espero hacerme famosa, no espero que nadie lo lea...Pero me gratificaría que mis experiencias pudieran servir para algo, y porque no, que alguien las leyera y me sintiera cercana.

Desde un lugar en el pequeño mundo, me despido por el momento...